[Actualidad] Camellos – «Embajadores» (2017)


Señoras que bajan a comprar el pan en bata, yonquis que esperan la próxima cunda, jóvenes que huyen de la gentrificación y el elitismo de otras zonas e incluso algún oficinista despistado confluyen en esta zona de Madrid al igual que lo hacen en las canciones de la banda. «Embajadores» va más allá del barrio, es una actitud, un reflejo de los tiempos que corren. Camellos llegaron con urgencia, como urgentes son los retorcidos himnos pop que conforman con fiereza adictiva su debut, un álbum que al escucharlo uno siente la necesidad de instalarse un rato en una especie de limbo perpetuamente post-adolescente.
Desde el principio hacen honor a su nombre y te enganchan con el jolgorio y el ritmillo constante de ‘Becaria’, transformando las miserias cotidianas y arremetiendo contra todo lo que se ponga por delante, ellos incluidos. Así ocurre en un ‘Gilipollas’ en primera persona que es la voz de nuestras conciencias («no te gusta como afronto los problemas, ves cómo era fácil ser un gilipollas«).
Aquí dentro hay punk en la actitud y mucha preocupación pop en las formas. Quizás sea eso y el hecho de haberlo grabado en un par de días lo que refleje en el resultado tanta frescura. No es tanto lo que se vaya a decir sino como se cuida y transmita el mensaje final. Canciones más protestonas que de protesta, con un nervio punk al límite del marichalazo pero con una leve brisa hawaiana que torna amable y envolvente la propuesta, ya sea en la sobrada de ‘Ernesto’ o en la desafiante y cotidiana ‘Ejecutivo Agresivo’. Con padres como los que aparecen por embajadores se explican muchas de las actitudes temerarias de los jóvenes protagonistas de estos quince microrelatos frescos e inspirados, que transcurren en poco menos de cuarenta minutos que se pasan en un suspiro y que pueden arreglarte el día.