[Actualidad] Black Islands – «Patio de Luces» (2019)


El sonido de Black Islands en este «Patio de Luces» consigue el efecto adictivo de la luz en los insectos. Una trampa mortal llena de oscuridad y tintes surrealistas en la que siempre acaba por colarse una brizna de esa luminosidad, siempre ácida y retorcida. El nuevo capítulo de los barceloneses llega bajo el cobijo del prolífico Paco Loco a cargo de la producción. Una reseña que continúa con las grandes sensaciones que dejaron tras de sí con «Disco Nuevo», un álbum editado hace tan solo un año y que les situaba en el mapa de muchos medios. Dando rienda al poderoso imaginario de Javier Adrover, las letras cobran de nuevo un protagonismo especial en el sonido de la banda.
Siguiendo las coordenadas atmosféricas que sostienen las negruzcas líneas de bajo de grupos como The Cure o los locales y tristemente extintos Nudozrdo, Black Islands añaden dramatismo y potencia a canciones como ‘Matrimonio Asfixiado’, donde las escenas más cotidianas terminan en una espiral de frustración. Con algo más de melodía pero sin salir del claroscuro llegan ‘Casa Encantada’ o ‘Polilla y Bombilla’, donde nostalgias y deseos se prestan también aquí a lecturas más personales. Con una carcasa más festiva pero igualmente ácida muestran su lado más colorido de la mano de las guitarras garageras de ‘Enemigo Mio’, donde el amor adquiere ese matiz lisérgico de la armonía. Contrapunto garagero que encontrará su ramalazo más punk y doliente en la sensacional ‘Houdini’ y en la acelerada ‘Veneno’, donde el deseo tóxico nos empuja al precipicio al más puro estilo de grupos como Biznaga o Medalla.
Un paisaje que sigue tiñéndose de negro con la nada casual ‘Bosque de Franco’, llena de pesadillas y ruido. Una lata de los truenos que explota también en ese alegato al amor sexual sin etiquetas ni clases que titulan ‘Amor de Rata’. Todo ello para cerrar este disco con otra maraña de distorsión como es ‘Disco Pub’. Etérea y sensual en sus primeros compases, el éxtasis termina por imponerse en esta nana del caos y la noche en la que por momentos bailan con los Sonic Youth más estridentes. En definitiva un trabajo redondo que sigue haciendo más y más alargada la sombra de esta formación.