[Actualidad] Baxter Dury – «The Night Chancers» (2020)


No hace demasiado que descubrí a Baxter Dury. Fue con ‘Miami’, uno de los temas de “Prince of Tears”, disco publicado en 2017. Ese hipnótico fraseado, tan seductor como misterioso, esas letras aparentemente inconexas llenas de chulería british y ese videoclip que terminaba de resaltar todo lo anterior me fascinaron desde la primera escucha. Luego vi que ‘Miami’ no era una excepción y que todo el disco era igual de interesante. Ahora nos llega “The Night Chancers”, un nuevo álbum que viene precedido por esa obra menor (en duración) que fue “B.E.D”, y en el que Dury vuelve a explotar la fórmula que tan buenos resultados le dio en su anterior obra. Las voces femeninas siguen estando muy presentes, robando de manera más que justificada el protagonismo en algunas ocasiones y funcionando como respuesta a las diatribas de Baxter en otros. También ese remolino de sintetizadores nocturnos, teclados y unas líneas de bajo que suelen articular la columna vertebral de la canción.
‘Slumlord’, primer adelanto del disco, reúne a la perfección todos estos ingredientes. Una línea de bajo narcótica y llena de groove, la voz de Dury encendiéndose más a cada estrofa, coros y voces femeninas y unos arreglos de cuerda finales que le dan el matiz justo de épica. También ‘Carla’s Got a Boyfriend’, donde cede totalmente la melodía y el estribillo para contarnos en las estrofas que Carla tiene un novio un tanto mediocre pero que, al fin y al cabo, se parece a él. En otras, como ‘The Night Chancers’, abandona un tanto ese fraseo adormecido para acercarse al rapeo, como también lo hace en ‘Saliva Hog’, siempre a su particular manera, y en ‘Daylight’ se arrima al máximo al concepto de balada, probablemente como nunca lo había hecho hasta ahora. Pero lo que mejor sabe hacer el bueno de Baxter sin duda es desbordar chulería, y así lo demuestra en canciones como la inicial ‘I’m Not Your Dog’, en la que los sintes se enfrentan a las guitarras, o una ‘Sleep People’ cerrada con vientos alocados tras una fase instrumental casi dub. Los mismos vientos se dejan ver en ‘Hello, I’m Sorry’, conversación telefónica con una rítmica imparable que la convierte en uno de los mejores temas del disco en lo instrumental. Y para cerrar por todo lo alto ‘Say Nothing’ despacha el mejor sinte ochentero, con Baxter autoproclamándose dueño de un tugurio y ser humano amado por todos. Es inevitable.