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Maria Rodés y La Estrella de David – «Contigo» (2021)
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Maria Rodés y La Estrella de David – «Contigo» (2021)

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Cuando dos talentos se conjugan en un proyecto musical el resultado no siempre es una suma. No es el caso de Maria Rodés y David Rodríguez (La Estrella de David), quienes en este «Contigo» se citan para dar rienda suelta a sus marcadas personalidades compositivas. Con el country y el folk como telón de fondo, escriben mano a mano su propio romancero, con letras desbordantes de un humor ingenioso que bandea entre el romanticismo a pecho descubierto y la catástrofe sentimental.

Apelando al amor esencial, comienzan fuerte con ‘Hacer el Amor’, donde cantan sin tabúes eso de; «Quiero ese calor, que no da la pasión y no sé si eso existe». Una oda al enamoramiento que se repite en las melodías puramente country de ‘Lo Que Venga Ya Vendrá’, ‘Milagro’, o ‘Un Mundo Ideal’, algo así como irse a una granja a vivir la utopía de la arcadia campestre, encontrándose en algún punto del camino con Grupo de Expertos Solynieve o Los Hermanos Cubero. Con declaraciones rotundas y sin miedo al estigma social contra la exaltación más romántica, se lanzan a la piscina con un salto mortal en la preciosa ‘Eres’, llena de ilusiones capaces de derribar todas nuestras defensas. También en ‘Venga Va’, canción que se lleva la palma en cuanto a agudeza. En ella se evidencian los dejes del estilo llano de David Rodríguez, introduciendo sus confesiones a media pista, aportando su socarronería característica y conectando como si hablase directamente contigo. Por su parte Rodés huye de sus ‘Fantasmas’ en su prosa altamente lírica, con su misticismo más personal y toda esa épica folclórica que acompaña parte de su obra. Con lo mejor de cada impronta, firman la maravillosa ‘Zombi’, que retrata con gracia esa fase en la que, caída ya la venda de la idealización, se ven las cosas con la luz reveladora de la convivencia y el paso del tiempo. Pero aún así, decides quedarte.

En el contrapunto de la bajona más desastrosa están el bando de rendición de ‘Viernes’ o ‘Lo Que Yo Quería’. Más salvaje aún es cómo los miedos terminan por vencer al amor en ‘La Última Vez’, donde Rodés parte en dos las esperanza poniéndose la coraza; «Tanto amor que me diste, no lo pude soportar y ahora que ya no existes no lo puedo olvidar». Letra desgarradora, más profunda que mirar al interior de dos ojos negros. Terminan todo lo bueno quemando las naves con ‘Nos Vamos A Divorciar’, donde ya se han asumido las derrotas y se empiezan a ver como verdaderas victorias tras escapar de esos amores agotados que ya solo ponen frenos a la felicidad.

Por su sonido eminentemente country y su temática, no será este el disco más popular del año. Hará, eso sí, las delicias de cualquiera que mire tanto el amor como la música sin prejuicios. Y en cualquier caso, nada de esto va de ventas sino de emocionar. Conmigo desde luego lo consiguen.

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