2021 llegaba a su fin la semana pasada pero aún se nos ha quedado en el tintero alguno de sus discos. En unas semanas nos inundará el alud de nuevos lanzamientos y comenzará el agobio por llegar a todos ellos, escucharlos con atención, reseñarlos… En fin, la dura vida del “crítico” musical. Qué palabra tan estúpida ésta, pero que inevitablemente cierta cuando venimos aquí a contar, simple y llanamente, lo que nos ha parecido un disco. Hoy me toca hacerlo con “Continent i Contingut”, el debut en largo de Maria Hein, que llega bajo el respaldo del sello Hidden Track y precedido por canciones como ‘Idò un Cafè’, con la que Hein ya sorprendía a través de un aparente bagaje musical adquirido, interiorizado y expulsado en forma de canción desde una juventud casi insultante. De la forma más pura, sus composiciones remiten a voces clásicas y, desde su Mallorca natal, a la canción de autor mediterránea, en su vertiente más ensimismada y menos festiva. Es sorprendente, y casi mágico, como trae a la actualidad todas esas sensaciones, con las que nos rodea en esta escasa media hora que se pasa como un suspiro.
El disco funciona de manera casi circular y en él los teclados, las cálidas baterías y las discretas pero omnipresentes líneas de bajo nos llevan a fluir por las canciones como si de un río se tratara. Música para cerrar los ojos y flotar. Pop delicado y atemporal y una voz que traspasa, siempre subiendo hasta el tono justo para mantener el pico de la emoción. Con la producción y la participación de esa dupla de oro que son Ferran Palau y Jordi Matas, Maria consigue que los arreglos y la instrumentación, predominantemente orgánica, estén siempre al servicio de la canción y vayan rodeando a la voz con precisión y preciosismo. Es imposible no caer rendido ante temas como ‘Sa Teva Presència’, ‘Aquell Mes de Març’ o ‘Estrès Acumulat’, algunas de las canciones más bonitas, sea cual sea la etiqueta que las acompañen, que podemos escuchar en este comienzo de año.