Father John Misty + White Buffalo @ Noches del Botánico (Madrid) 12-07-2023

Noche americana en Madrid, con un cartel doble que llegaba a las Noches del Botánico ofreciendo dos perspectivas sonoras muy diferentes de la parte norte del continente. Por un lado, The White Buffalo, totalmente dentro de la música folk de raíces yankees. Eso a los que muchos han llamado, directamente para sintetizar la etiqueta; americana. Más inclasificable resulta la propuesta de Father John Misty, del que emana toda la retórica de los grandes predicadores anglosajones. Pero comencemos por el principio.

La tarde se abría en el jardín botánico con una entrada temprana para no perderse lo que tenían preparado The White Buffalo y una banda reducida a la mínima expresión posible con bajo y batería. Más que suficiente para defender unas canciones que en el plano musical orbitan casi en exclusiva sobre la poderosa voz de Jake Smith, el nombre real detrás del apodo, capaz de llegar a múltiples tonos sin perder nunca su esencia. Por momentos más crepuscular como en ‘Oh Darlin’ What Have I Done’ o echando el resto en baladas más rockeras como ‘Come Join the Murder’ que eran coreadas desde el público por los más adeptos. Todo fue tan clásico y predecible como altamente disfrutable.

Descanso pertinente y vuelta al escenario para ver qué nos tenía preparado Father John Misty. A la hora indicada saltaba a las tablas con una maravillosa orquesta de músicos excelsos y unos juegos de luces que durante toda la velada acentuarán aún más la elegancia natural que se desprende tanto de su figura como de su música. Un aura de crooner de otra era que le sienta como un guante y que nos encandilaba con temas como ‘Chloë’ que parecían sacados de un cabaret newyorkino de los años 50. También con baladas llenas de emoción como ‘Please Don’t Die’ en la que, ni por esas, hubo silencio entre las últimas filas del público.

Mención aparte merece este triste tema. Es desquiciante escuchar a varios grupos de personas hablar a gritos durante la totalidad del concierto. Tanto fue así que se produjeron varios enfrentamientos entre el público. Todavía resuena en mi cabeza el comentario de una de estas tipejas que, tras todo el concierto hablando, soltó; «a ver si toca ya la buena». La buena… En singular. Es demoledor pensar que alguien estuvo allí toda la tarde jodiendo a los demás solo para escuchar una única canción. El resto de un recital incosteable y magnético, pareció que pasó por ella como la educación: sin dejar rastro alguno. En otro orden de cosas, el precio en taquilla era de 40€.

Volviendo a intentar refugiarse en lo musical, una banda deliciosa nos mecía al antojo del padre Misty, con una dinámica espectacular y donde todos los elementos estaban colocados en su justa medida. Una auténtica delicatessen muy variada, que brillaba con los vientos de canciones como ‘Chateau Lobby #4’ , se electrizaba en ‘Hollywood Forever Cemetery Sings’ o volvía a sobrecogernos en las medios tiempos de ‘I Love You, Honeybear’ y ‘Buddy’s Rendezvous’. ¿Y saben qué? No, no tocó «la buena», y sinceramente me alegré mucho de que no lo hiciese. Justicia poética.